Las emociones (Parte 2): Cómo gestionarlas
Hoy quiero retomar un tema muy importante referente a las emociones.
Tal como comentamos en el post “Las emociones: Tu brújula interna para navegar en la vida”, éstas no son nuestras enemigas sino que tienen una gran función: guiarnos en la vida para encontrar lo que nos resulta más significativo y satisfactorio. Por este motivo, relacionarnos con ellas de una manera saludable es clave para nuestro bienestar.
Este tema se repite a menudo en consulta. Muchas personas a las que acompaño me dicen cosas como:
- “Me gustaría dejar de sentir esto”
- “No sé controlar mis emociones”
- “Quiero quitarme esta ansiedad o tristeza ya”
Y es completamente comprensible. Cuando sentimos malestar emocional, lo natural es querer que desaparezca. Sin embargo, intentar eliminar nuestras emociones puede acabar generando justo lo contrario: más sufrimiento, más confusión, y una relación insana con lo que sentimos.
¿Para qué sirven las emociones?
Como se ha comentado en el anterior post, todas las emociones tienen una función. No aparecen para fastidiarnos, sino para ayudarnos a adaptarnos, protegernos o guiarnos. A modo de resumen:
✅ La tristeza nos invita a parar, a cuidarnos, a procesar una pérdida.
✅ La rabia nos señala que algo no está bien, que nuestros límites han sido cruzados.
✅ El miedo nos protege, nos prepara para actuar ante un peligro.
✅ La alegría nos conecta con lo que nos hace bien, nos da energía para seguir.
✅ La culpa nos puede ayudar a reparar un daño o reflexionar sobre nuestras acciones.
Cuando entendemos esto, empezamos a ver nuestras emociones como mensajeras, no como enemigas.
¿Qué pasa cuando luchamos contra lo que sentimos?
Intentar ignorar, reprimir o huir constantemente de las emociones genera:
- Tensión física y mental
- Bloqueos
- Sensación de estar “fuera de control”
- Agotamiento
- Conductas impulsivas (comer en exceso, autolesiones, irritabilidad, evitar situaciones…)
- Desconexión emocional y vacío
- Ansiedad o estado de ánimo bajo prolongado
En resumen: cuanto más luchamos contra lo que sentimos, más atrapados podemos quedar en el malestar.
Entonces, ¿Qué significa “gestionar” una emoción?
Gestionar una emoción no es controlar. No se trata de que la emoción desaparezca, sino de reconocerla, comprenderla y decidir cómo actuar ante ella, sin que nos arrastre ni nos bloquee.
Cada emoción tiene su propia función y, por tanto, requiere formas diferentes de acompañamiento.
Estrategias de afrontamiento a cada emoción:
| Emociones | Estrategia |
| Enfado | • Pausa antes de reaccionar. • Respira profundamente para calmarte. • Identifica qué te molestó realmente y evalúa cómo puedes abordarlo racionalmente. |
| Tristeza | • Permite sentirla sin juzgarte. • Habla con alguien de confianza o escribe tus pensamientos. • Enfócate en actividades que te reconforten, como caminar al aire libre o escuchar música. |
| Ansiedad | • Enfócate en el momento presente. • Haz respiración profunda. • Divide los problemas en pasos pequeños y actúa sobre lo que puedes controlar. |
| Frustración | • Reconoce qué expectativas no se cumplieron. • Ajusta tus metas o busca una nueva estrategia. • Haz una pausa para recargar energías antes de continuar. |
| Desánimo | • Sé amable contigo mismo y reconoce tu esfuerzo. • Recuerda por qué empezaste y cuál es tu objetivo final. • Busca inspiración en pequeñas victorias o ejemplos de resiliencia. |
| Miedo | • Identifica si el miedo es real o anticipado. • Toma medidas si es necesario, o desafía los pensamientos irracionales. • Usa técnicas de relajación para calmarte. |
| Culpa | • Pregúntate si la culpa es constructiva o destructiva. • Cometiste un error, enmiéndalo. • Perdónate y usa la experiencia para crecer. |
| Vergüenza | • Recuerda que todos cometemos errores y no define quién eres. • Habla con alguien en quien confíes para compartir tus sentimientos. • Enfócate en lo que puedes aprender y avanzar. |
| Celos | • Reflexiona sobre qué te provoca celos. • Enfócate en mejorar tus propias metas y logros. • Practica la gratitud por lo que ya tienes. |
| Agobio | • Haz una lista de pendientes y prioriza. • Enfócate en una tarea a la vez. • Tómate pausas breves para recargar energías. |
| Alegría | • Sé consciente del momento y disfrútalo plenamente. • Comparte tu alegría con los demás. • Reflexiona sobre lo que la generó para fomentar más de esos momentos. |
En resumen
Las emociones no son un problema a eliminar, sino un lenguaje que necesitamos reaprender a escuchar. Gestionar no es “hacerlas desaparecer”, sino darte permiso para sentirlas y descubrir qué necesidades hay detrás de ellas que necesitas satisfacer.
P.D. Si estás en un momento en el que tus emociones te abruman o no sabes cómo transitarlas, recuerda que no tienes que hacerlo sola/o. En consulta te acompaño a comprender qué estás sintiendo, de dónde viene y qué puedes hacer con eso que te pasa.
Laura Suero, Psicóloga Sanitaria. Colón de Larreategui, 41, 1ºizq 48009 Bilbao
Bilbao | Atención a adolescentes, adultos, familias y parejas.
“Las emociones pueden ser esclavas del pensamiento, o el pensamiento puede ser esclavo de las emociones. Lo importante es lograr el equilibrio.” — Daniel Goleman
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